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DAMIÁN DE MOLOKAI

Damián nos comparte a cerca de la Isla de MOLOKAI, a su llegada: "Ellos vivía, todas las noches absortos en una continúa intoxicación alcoholica y orgias sexual para tratar de olvidarse de la carne podrida de la lepra. Que los condenaba a una vida de olvido y muerte sin consuelo.

Damián de MOLOKAI, decidió voluntariamente ir a vivir una isla donde estaban relegados los enfermos de lepra de ese reino. Los leprosos ni se dieron cuenta de su llegada, 

Damián, pudo aguantar la vida en la isla, el dolor de los leprosos, acompañar tanta muerte, porque encontró en la experiencia de la Adoración, la fuerza para mirar más allá, el sentido de todo lo que le era complicado y dificil de atender y entender.

Acoger las palabras de Damián, supone preguntarnos qué vemos o mejor dicho, qué pensamos cuando en cada visita realizada a los cajeros, los rincones salmantinos, observamos al lado de la persona un cartón de vino. Probablemente a nosotros también se nos esté ofreciendo el regalo de  contemplar vidas que se sienten condenadas al olvido, vidas que sólo aspiran una muerte prematura.

Ellos, las personas que duermen en las calles, las personas que pasan la mayor parte del tiempo transitandolas sin rumbo,... ellos, son los leprosos del siglo XXI.

Son aquellos que cuando alguno de nosotros dobla sus rodillas para bajar hasta donde están, nos devuelven el sentido profundo de la Adoración Reparadora. Ellos nos permiten participar de la admiración silenciosa, del misterio de la vida, de la fragilidad del pequeño. 

Con este hecho de ser VISITADORES, provocamos que las personas que disfrutan ajenas a esta realidad, se den la vuelta, se detengan, nos apunten con el dedo, provocamos que la gente vea quienes están sentados en los rincones de la ciudad.

Ellos, son la razón por la que caminamos cada noche, haga frío o calor, llueva o no.Tenga ganas o me encuentre en un día triste,... ellos, son las personas que nos ayudan indirectamente a tomar algunas decisiones: Salir de nosotros, recorrer las calles de un modo gratuito y OFRECER lo que tenemos: una palabra, una mirada,...

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